Mafra
Mafra entre Peniche y Lisboa, es conocida por albergar el mayor palacio de Portugal, al cual centramos nuestra visita.
Después de degustar un buen desayuno en Peniche, café y dulce en una de sus plazas nos dirigimos a Mafra para dedicarle una cuantas de horas a la visita de su Palacio-convento.
Nada más llegar camino del parking y pasar con la camper por su fachada impone muchísimo la grandeza y belleza del edificio.
La entrada a la iglesia es imponente rodeada de grande estatuas, en ese momento te das cuenta de la grandeza del lugar en el que te encuentras.
Solo la visita de la iglesia merece dedicarle su tiempo ya que esta rodeada de detalles allá donde se mire.
Toca la visita al Palacio y como se ve grande uno compra un mapa guía para no perderse y saber que esta viendo.
Parece que lo visitable es poco a simple vista en el mapa. Un error, ya que debido a su grandeza se disfruta de una vista extensa.
Destacar la gran biblioteca, con el único inconveniente que no te dejan andar por su interior ya que solo se contempla desde la entrada, pero suficiente para quedarse atónito.
Dispone de un parking gratuito amplio y cómodo.